La llamada Ruta Canaria de las pateras cumple este 28 de agosto tres décadas de existencia, convertida desde hace tiempo en una las principales vías marítimas de acceso irregular a Europa, es verdad que en cifras muy inferiores a las del Mediterráneo, pero con tasas de mortalidad elevadísimas.

Este es un recorrido por su historia a través de siete hitos que ayudan a comprender lo que ha ocurrido en la franja del Atlántico que hace de Canarias la frontera sur de Europa y donde los convenios internacionales asignan a España la responsabilidad legal de búsqueda y rescate sobre un millón de kilómetros cuadrados de océano.

1994: Dos saharauis en una barca de pesca

El 28 de agosto de 1994 dos jóvenes sahauis inauguraban, sin saberlo, la que tiempo después se empezaría a denominar como Ruta Canaria. Llegaron a Fuerteventura en una barca de pesca guiándose por la luz del faro de La Entallada, el punto de Canarias más cercano al continente africano, del que dista solo 100 kilómetros.

Treinta años después, casi 230.000 personas han llegado a Canarias en pateras o cayucos, la mitad, en los últimos cinco años. Y un número indeterminado de personas -varios miles, en cualquier caso- se han dejado la vida en el intento. Por eso, desde hace tiempo, Naciones Unidas se refiere a esta la ruta migratoria como una de las “más mortíferas del mundo”.

1999: El primer naufragio

Este verano también se han cumplido 25 años del primer naufragio en Canarias. Ocurrió el 26 de julio de 1999 en la playa de La Señora, en Morro Jable (Fuerteventura), cuando una patera se hundió a 300 metros de la costa. Perdieron la vida nueve jóvenes de Guelmin (Marruecos), que habían pagado 4.000 dirhams cada uno (70.000 pesetas de la época, 420 euros al cambio) por subirse a una barca de seis metros que supuestamente les iba a abrir las puertas del sueño europeo.

2005: Una extraña embarcación alargada

A principios de agosto de 2005, los servicios de emergencia socorrieron una barca con 19 inmigrantes cerca de Agaete, en el noroeste de Gran Canaria. Era rara, más alargada que las tradicionales pateras, y había aparecido en un lugar también extraño, improbable para una embarcación que hubiera partido desde Tan Tan, Tarfaya o El Aaiún. Tenía que haber salido de mucho más al sur.

En las semanas siguiente los españoles comenzaron a acostumbrarse a oír hablar de cayucos, la palabra que describe a las ‘pirogues’ de pesca de Mauritania o Senegal, barcazas capaces de transportar 100 o 200 personas a distancias de hasta 1.300 kilómetros. No dejaron de llegar. Y la Ruta cambió: de las 4.715 llegadas de 2005 se pasó a las 31.678 de 2006, empezaba la “crisis de los cayucos”.

2009: La tragedia de Los Cocoteros

El naufragio de 1999 en Morro Jable fue el primero que sacudió conciencias en Canarias. Puede que otros sucedieran antes, pero no hubo testigos ni supervivientes que contaran su tragedia, ni cadáveres a los que dar sepultura. Si hubo naufragios antes, fueron “silenciosos”, como tantas veces ocurre aún en la Ruta Canaria.

El 15 de febrero de 2009, una patera se hundió a escasos metros de la costa de Los Cocoteros, en Guatiza (Lanzarote). Se ahogaron 25 de sus 31 ocupantes. No es, ni mucho menos, el peor naufragio en la historia de la Ruta Canaria, que se ha tragado cayucos enteros con más de un centenar de personas a bordo, pero pasados quince años sigue siendo el de mayor número de muertos ocurrido en Canarias.

2020: El colapso de Arguineguín

Superada la “crisis de los cayucos” con el primer experimento de externalización de fronteras en la UE, a base de invertir millones de euros en convencer a Rabat, Nuakchot y Dakar de que contuvieran los flujos en las mismas costas de partida, la Ruta Canaria volvió a cifras de mínimos. Llegaban 200, 300, 400 personas al año, a lo sumo 1.300 en un mismo ejercicio. Ese paréntesis duró casi una década, de 2010 a 2018, coincidiendo con los años de la recesión y los recortes.

La Ruta volvió a “calentarse” en 2019, los flujos de migrantes del Estrecho de Gibraltar se giraron de nuevo hacia Canarias y en 2020, con el país confinando por la pandemia de covid, miles de personas se lanzaron cada mes desde África a Canarias en pateras y cayucos. Pese a la experiencia de 2006, cogió a España desprevenida y con la red de acogida de Canarias casi desmantelada. En octubre y noviembre de ese año, llegaron las imágenes del “muelle de la vergüenza”: más de 2.500 personas durmiendo durante días hacinadas y a la intemperie sobre el cemento del muelle de Arguineguín (Gran Canaria).

2023: De nuevo los cayucos

2020 y 2021 fueron los años de Gran Canaria, de Arguineguín, como principal punto de rescate y desembarco. En 2022, la Ruta volvió hacia sus orígenes, a los trayectos más cortos, los de Lanzarote y Fuerteventura, que esta vez se cubrían en barcas todavía más endebles y peligrosas en océano abierto, como son las lanchas neumáticas. Y los cayucos estuvieron desaparecidos durante meses.

Así se llegó a 2023. A 3 de mayo, solo nueve migrantes habían desembarcado en El Hierro, pero la isla terminó ese año con 14.098 llegadas, cifra superior a su censo de habitantes (11.154). ¿Qué ocurrió? Que regresaron los cayucos, varios diarios, todos con destino a La Restinga y más grandes que nunca. El 4 de octubre arribó uno con 271 personas, 75 de ellos menores. Lo nunca visto. Sin embargo, el récord duró solo semana y media: el 21 de octubre era socorrido otro con 320 ocupantes, el mayor hasta la fecha.

2024: ¿Qué hacemos con los menores?

“Canarias demandará que el Estado y otras comunidades autónomas acojan parte de los menores inmigrantes que arriban en pateras si superan la cifra de 150, algo que no se descarta porque su llegada va a más, anunció hoy el consejero de Empleo y Asuntos Sociales regional, Marcial Morales”. Es el primer párrafo de un teletipo difundido por EFE el 19 de noviembre de 1999, cuando la comunidad tenía bajo su tutela a 114 menores.

25 años después, el problema se ha reproducido a escala mucho mayor, con casi 6.000 menores tutelados por el Gobierno de Canarias en una red completamente desbordada, en la que se abren centros de la noche a la mañana si llegan 50 o 100 muchachos en un par de cayucos, o en un fin de semana. Y el asunto ha sido uno de los centros del debate político nacional, porque Canarias demanda justo lo que pedía en 1999, que el resto de España comparta el esfuerzo.

¿Son muchos 6.000 menores? El 29 de diciembre de 2023 la CNN publicaba esta información: “El Gobierno federal (de Estados Unidos) tiene bajo su custodia a más de 11.700 menores migrantes”. Estados Unidos, con 337 millones de habitantes, vs. Canarias, con 2,2 millones de residentes y un territorio 1.220 veces menos extenso.

 

Radio Muelle/ Efe

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